FLSUN amplía su gama de impresoras Delta con la llegada de la FLSUN T1 Max, un modelo que apunta directamente a usuarios avanzados y granjas de impresión que necesitan un mayor flujo de trabajo y más fiabilidad operativa. Esta nueva impresora toma como base las anteriores T1 y T1 Pro, pero eleva el listón con un volumen de construcción cilíndrico de 300 mm de diámetro por 251 mm de alto, permitiendo imprimir piezas más grandes o varios objetos simultáneamente en un solo ciclo. Además, la T1 Max incorpora conectividad actualizada con soporte Wi-Fi 6, lo que mejora la estabilidad de red y la velocidad—algo crucial para configuraciones de múltiples máquinas o monitorización remota.
El diseño de la FLSUN T1 Max está claramente enfocado en las necesidades productivas. Por ejemplo, monta componentes mecánicos más silenciosos que reducen el ruido a unos cómodos 56 dB, algo que sin duda favorece la convivencia en entornos con varias impresoras. También han simplificado la parte de mantenimiento: los brazos delta son fácilmente desmontables y las piezas de desgaste más importantes pueden cambiarse en menos de 15 minutos por el propio usuario, reduciendo así los tiempos muertos. Y para evitar problemas durante el proceso, incorpora funciones inteligentes como el salto automático de defectos y recuperación tras cortes de corriente, garantizando una operación mucho más estable en un entorno real de fabricación. Otro plus es el sensor avanzado de filamento, que detecta roturas y permite reanudar la impresión minimizando fallos.
FLSUN T1 Max: comparativa y aspectos técnicos clave
Si lo comparamos con la T1 Pro, la FLSUN T1 Max deja atrás el marco cerrado para adoptar un diseño de estructura abierta, y ajusta sus dimensiones a costa de perder un poco de altura pero ganando en diámetro de impresión. En cuanto a materiales, la T1 Pro abarca una gama más amplia, incluyendo ABS, ASA y policarbonato, mientras que la T1 Max se centra en materiales más habituales como PLA, PETG y TPU. Respecto a velocidad, ambas pueden alcanzar hasta 1000 mm/s con una aceleración de 30.000 mm/s², manteniendo la rapidez característica de las Delta. Pero donde la T1 Max marca diferencia es su firmware open source, que abre la puerta a una personalización mucho más profunda, en contraste con el software cerrado de la T1 Pro.
Los precios durante la fase de acceso anticipado se sitúan en 479 dólares (unos 445 euros), para pasar después a un precio estándar de 549 dólares (aproximadamente 510 euros). En Estados Unidos y Europa, los compradores cuentan con una garantía de dos y tres años respectivamente, además de tres meses para accesorios. FLSUN ha previsto también un descuento de fidelidad para clientes anteriores, que podrán acceder a él contactando directamente con soporte y presentando un comprobante de compra. Este detalle suele gustar a quienes ya confían en esta marca y quieren dar el salto a un modelo más profesional sin gastar de más.
La FLSUN T1 Max se presenta como una actualización incremental que no reinventa la rueda, pero sí mejora aspectos clave para el uso continuado: la fiabilidad, la comodidad de mantenimiento y la adaptabilidad. Esto la convierte en una opción especialmente lógica para fabricación pequeña y prototipado rápido. A día de hoy, en un mercado dominado por sistemas cartesianos y CoreXY, FLSUN mantiene viva la tecnología delta con una propuesta centrada en producción, abierta y robusta. No se trata de un cambio radical, sino de una evolución constante que mantiene a las Delta competitivas en flujos de trabajo donde la velocidad y el volumen son cruciales.
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